Por qué me retiraré del Downhill
El pasado 27 de noviembre me encontraba en la partida de la que consideraba la carrera más divertida del año, una versión criolla del megavalancha donde en años anteriores había tenido buenos resultados y me había divertido montones descendiendo desde los 3500 a los 1800 MSNM en menos de media hora. Estaba no sólo entusiasmado porque estaba volviendo a montar después de recuperarme de una fractura de clavícula, sino que también estaba sintiéndome nuevamente rápido sobre la bici.
Fotografía por Raya2
Todo iba bien después de la partida, la consigna mental era divertirme y eso iba haciendo, riéndome, pasando gente, guardando energías para lo que faltaba porque recién iba en la segunda curva cuando de repente sin saber porqué, ni cómo, terminé estrellado por alguien desde atrás y de lado, sin control de lo qué estaba pasando y lo peor de todo, sin poder reaccionar ante el accidente, chocándome contra el barranco y sintiendo de manera inmediata como mi hombro se había luxado. Supe que hasta ahí había llegado la carrera, sabía que una nueva lesión había llegado a mi vida pero no estaba preparado para lo que seguía.
Hoy, casi 4 meses después del accidente, no he querido ver el video del accidente (llevaba la cámara en el pecho y tengo todo registrado) pero no quiero llenarme de odio ni encontrar culpables, quiero pensar que fue un accidente de carrera y que no hay gente que sale a hacer caer a otros porque no son capaces de obtener los resultados que desean. Tuve una luxación de hombro, fractura conminuta de húmero y algo que nunca había sufrido antes: una lesión nerviosa; como lo sospechaba el traumatólogo que acababa de tratarme por la anterior lesión, los resultados de varios exámenes arrojaron que el nervio plexo braquial estaba comprometido y no sabíamos que iba a pasar, mi mano estaba inmóvil, dormida y no obedecía las ordenes que le daba mi cerebro de moverse. nunca había sentido tanto miedo.
Fotografía por SevenClicks
por primera vez en más de 15 años practicando este deporte que amo, decidí que era hora de retirarme, de no insistir más, de dejar a un lado algo en lo que no puedo dejar de pensar ni un solo día, perdí el apetito, no quise ir en navidad a mi casa, no desempolvé los Earthed y demás videos que siempre sacaba del cajón en estos casos, no fui al taller a recoger la bici, no le contestaba el teléfono a mis amigos, soñaba con la lesión, me imaginaba lo peor, buscaba segundas opiniones y nadie me daba una voz de aliento. mi vida se estaba desmoronando.
Esta vez a diferencia de muchas otras, no estaba optimista, de pronto porque el día del accidente la ambulancia se demoró 5 horas en llegar a un páramo donde esperé impacientemente por ayuda junto a otro lesionado que se quejaba de dolor en la espalda mientras se ahogaba con su propia sangre, de pronto fue porque ya tengo 38 años y mi instinto de conservación ha aumentado, tal vez porque en la oficina me iban a decir»¿otra vez lesionado?», pero sobre todo porque no dejaba de rondar en mi cabeza la pregunta ¿es hora de rendirme con el Downhill?
Fotografía por Juan Rondón
Pasaron los días y el dolor fue disminuyendo, la mano volvió a moverse y después de más de 30 sesiones de fisioterapia (y contando) mi vida está empezando a volver a la normalidad, volví a montar en la bici de ruta y sigo mirando mi bici de Downhill, guardada ya en mi casa con ojos de enamorado, por ahora no la venderé, aunque lo pensé y hasta alcancé a ofrecerla, pero no puedo renunciar a algo en lo que no puedo dejar de pensar ni un solo dia, sé que el dia de retirarme llegará, pero no será esta vez, porque puedo estar oxidado y no ser tan ajisoso como antes, pero la pasión sigue intacta y eso es suficiente para seguir recuperándome con ganas de volver, cuando ya no quiera salir a la montaña a montar con mis amigos me retiraré del Downhill, no antes.
Leonardo Pineda
Creador de Daunjilero.com